Cayco, el aval de la experiencia

La experiencia es uno de los mejores avales de un trabajo adecuado y a medida de las necesidades del cliente. […]

La experiencia es uno de los mejores avales de un trabajo adecuado y a medida de las necesidades del cliente. Esa es una de las premisas que guía el trabajo de Cayco en su día a día desde que comenzáramos nuestra actividad en 1933.

Desde entonces hasta ahora, nuestra trayectoria profesional y empresarial ha estado marcada por un crecimiento consciente. A día de hoy somos el primer operador logístico global 100% andaluz. Global, porque nuestros servicios comprenden todas las fases del proceso logístico: la distribución y el transporte a nivel nacional e internacional de gran escala por tierra, mar y aire; el almacenaje de mercaderías en nuestras instalaciones específicas y la gestión de trámites de aduanas.

Y andaluz, porque comenzamos nuestra andadura en Cádiz, pero hoy llegamos a cubrir toda Andalucía (siempre habrá una oficina de Cayco a menos de una hora de nuestros clientes) y estamos convencidos de la importancia de invertir en nuestra tierra y de desarrollarnos en Andalucía. Ello nos lleva a poner el énfasis de nuestros esfuerzos en el arco mediterráneo y el Norte de África.

Entre la década de los 30 y los 40, la actividad de Cayco, que por entonces se denominaba Grosso Sevilla S.A. (denominación que abandonó en 1945 para adquirir la de Carbones, Comercio y Consignaciones, Cayco), se desarrollaba principalmente en la zona portuaria de Cádiz. Su experiencia en el trabajo aduanero partía de la necesidad del comercio del carbón entre España y Portugal. Por eso, Cayco abrió oficinas en la frontera para facilitar las transacciones asociadas al carbón.

En las décadas de los 50, 60 y 70, Cayco desplegó un amplio desarrollo en el área de consignaciones de buques y operaciones de estiba en el Puerto de Sevilla. Ya en los 80, se abrieron las oficinas de Agencia de Aduanas en Badajoz, Fuente de Oñoros y Tuy, dando cobertura a todo el tráfico entre España y Portugal, y consiguiendo en poco tiempo un gran crecimiento en los tráficos de importación y exportación. Además, por aquel entonces se llevó a cabo la creación de un Departamento Transitario dedicado exclusivamente al tráfico internacional.

A partir de los 90, y con la desaparición de las fronteras y aranceles como consecuencia del ingreso de España y Portugal en la Unión Europea, Cayco continúa su crecimiento. El año 92 marcó un antes y un después en la trayectoria de Cayco: la Exposición Universal de 1992 en Sevilla ofreció a Cayco la posibilidad de gestionar la división de aduanas en la logística de la Expo 92.

A mediados de la década de los 90, Cayco se hace con la distribución y almacenaje de las piezas de recambio de la casa Renault y, por ello, abre nuevos centros logísticos en Granada (para cubrir la Andalucía oriental) y en Córdoba, que se sumarán a los ya existentes en Jerez, Cádiz y Sevilla.

En el siglo XXI, Cayco se ha esforzado, y continúa haciéndolo, en adaptarse de forma específica a las necesidades de sus cliente de manera proactiva: ofrece siempre productos logísticos diseñados a medida de las necesidades de cada cliente.

Para ello, inicia un proceso de expansión a nivel de inversión interna que se concreta en una mayor integración tecnológica con los clientes y a la capacidad de respuesta e inversión en cada cliente por medio de personal altamente cualificado que sabe dar la respuesta idónea a cada situación.

Todo ello hace de Cayco un referente en el sector de la logística por su experiencia pero, sobre todo, por su futuro.