Somos las personas al otro lado

OPINIÓN | Marta González [responsable de Comunicación e Imagen de CAYCO]

La semana pasada tuvimos la ocasión de asistir a una charla de Enric Ticó, presidente de FETEIA-OLTRA (Federación de transitarios y agentes de aduanas a la que pertenecemos); sobre la situación de las PYME ocupadas en la actividad transitaria.

Somos una empresa andaluza, de raíz familiar. Sin embargo, nuestro ámbito de actuación es internacional, desde nuestro origen en 1933. Llevamos muchas décadas desarrollando una intensa actividad transitaria y aduanera.

Durante estos años, hemos asistido a cambios importantísimos, y los hemos encajado en una constante evolución. La desaparición paulatina de las fronteras europeas en los años ochenta; la globalización del cambio de siglo; o la reciente polarización de agentes internacionales, a los que empresas como la nuestra dan servicio. Siempre hemos encontrado nuevas vías transitables, opciones y alternativas para nuestra clientela. Soluciones.

Una de las consecuencias que Ticó destacaba de la actual verticalización del sector, de la concentración de servicios –sobre todo los que no han sido tradicionalmente de su competencia–, por parte de multinacionales “multifunción”, ha sido la despersonalización de las operaciones en los últimos años.

Grandes corporaciones que provienen de otros ámbitos del transporte internacional –principalmente del transporte marítimo– que aglutinan multitud de tipologías de clientela. Por cuestiones prácticas, no pueden permitirse el trato individualizado frecuente; la atención específica en casos que requieren una interlocución ágil, práctica y rápida. Y, mucho menos, cercana.

En CAYCO sabemos, y en esto coincidimos con lo que se expuso en la conversación que siguió a la presentación, que la figura de interlocución en las operaciones de logística es, además de clave, un elemento diferenciador. Un valor que nos distingue de otras empresas que, en los últimos años, van ocupando nuestro ámbito profesional; buscando altas rentabilidades para sus estructuras sobredimensionadas, sin mostrar el cuidado y la atención que las operaciones logísticas requieren.

Las operaciones logísticas, independientemente de su ámbito territorial, resultan casi siempre complejas. La digitalización de los servicios redundan en una mayor efectividad y control de las operaciones; pero no implica –o no debieran implicar– la despersonalización de las relaciones entre las empresas y sus operadores logísticos. La percepción de una gran parte de responsables de logística que encomiendan el tráfico de sus empresas a grandes multinacionales, es que el trato directo se va desdibujando.

La figura de una interlocución única ha dado paso, en estas macroempresas con concentración de servicios muy dispares, a un trato general en el que se buscan protocolos de atención demasiado genéricos. Y, por la ambiciosa ampliación de oferta comercial dispar, a situaciones en las que parece no haber nadie al otro lado de la línea, que se ocupe de nuestro caso concreto.

Sabemos que, en muchas de las operaciones logísticas, surgen cuestiones a las que debe darse una rápida solución. Es en esos momentos en los que una conversación telefónica con la persona que se responsabiliza de nuestro flete, quien contrata nuestro seguro ampliado o quienes nos representan en una inspección aduanera –por citar algunos puntos candentes–, nos brindan la seguridad de que un imprevisto no se convertirá en una crisis puntual.

Durante más de ochenta años hemos sostenido que esta forma directa de intermediar entre las empresas exportadoras y las importadoras, de atender responsablemente todo el meollo de innumerables trámites que median entre el punto A y el punto B, es la clave de nuestra continuidad.

En estos tiempos en que las frases hechas parecen haberse adueñado de la comunicación corporativa, la actitud resolutiva y la atención personalizada, sigue siendo para CAYCO una planteamiento incuestionable:

«somos un equipo de personas que solucionan problemas a otras personas”.

Y que, con eficacia y diligencia, consolidamos esa relación, convirtiéndola en confiables oportunidades de negocio.

No faltarán ofertas –o imposiciones disfrazadas de ofertas– para convertir las operaciones logísticas de su empresa en una casilla de una hoja de cálculo, perdida en un balance anual de cuentas, a cambio de obtener hueco en el transporte, acaparado actualmente y en gran medida por los grandes consorcios.

Ante esta invasión evolutiva de las multinacionales entregadas al “gigantismo corporativo”, la respuesta de las pequeñas y medianas operadoras logísticas andaluzas y españolas será la misma: “Hablemos”. Porque, una conversación directa, es la mejor forma de comprender qué necesitan que les aportemos. Y pondrá de manifiesto hasta qué punto nos hemos especializado: otra de las defensas que, a juicio de Ticó, deberían ejercer los agentes transitarios pequeños y medianos; colaborando entre ellas, con sinergias verdaderas. Responsables de empresas a las que damos servicio saben que “siempre estamos ahí, al otro lado”. Quien nos probó, lo sabe. Ellos, como reza un conocido cante de nuestra tierra, no nos cambiarán por promesas materiales: «Me dan pa que te olvide / palma y corona / y yo no quiero más bienes / que tu persona».